martes, 28 de febrero de 2017

El espejo del cofre









A la vuelta de un viaje de negocios, un hombre compró en la ciudad un espejo, objeto que hasta entonces nunca había visto, ni sabía lo que era. Pero precisamente esa ignorancia lo hizo sentir atracción hacia ese espejo pues creyó reconocer en él la cara de su padre, que había muerto años atrás. Maravillado lo compró y, sin decir nada a su mujer, lo guardó en un cofre que tenían en el desván de la casa. De tanto en tanto, cuando se sentía triste y solitario, iba a “ver a su padre”.


Pero su esposa lo encontraba muy afectado cada vez que lo veía volver del desván, así que un día se dedicó a espiarlo y comprobó que había algo en el cofre y que se quedaba mucho tiempo mirando dentro de él.


Cuando el marido se fue a trabajar, la mujer abrió el cofre y vio en el a una mujer cuyos rasgos le resultaban familiares pero no lograba saber de quién se trataba. De ahí surgió una gran pelea matrimonial, pues la esposa decía que dentro del cofre había una mujer, y el marido aseguraba que en este estaba su padre.


En ese momento pasó por allá un monje muy venerado por la comunidad, y al verlos discutir quiso ayudarlos a poner paz en su hogar. Los esposos le explicaron el dilema y lo invitaron a subir al desván y mirar dentro del cofre. Así lo hizo el monje y, ante la sorpresa del matrimonio, les aseguró que en el fondo del cofre quien realmente reposaba era un monje zen.

lunes, 27 de febrero de 2017

La prueba del maestro


Soy pobre y débil, dijo un día un maestro a sus discípulos,
pero vosotros sois jóvenes, y yo os enseño: es deber vuestro,
por lo tanto, conseguir el dinero que vuestro viejo maestro
necesita para vivir.
¿Cómo podemos hacer eso?- preguntaron los discípulos-.
Las gentes de esta ciudad son tan poco generosas que sería
inútil pedirles ayuda.
Hijos míos- contestó el maestro-, existe un modo de
conseguir dinero, no pidiéndolo, sino cogiéndolo. No sería
pecado para nosotros robar, pues merecemos más que otros el
dinero. Pero, ¡ay!, yo soy demasiado viejo y débil para
hacerlo.
Nosotros somos jóvenes- dijeron los discípulos- y podemos
hacerlo. No hay nada que no hiciéramos por vos, querido
maestro. Decidnos sólo cómo hacerlo y nosotros
obedeceremos.
Sois jóvenes- dijo el maestro- y es poca cosa para vosotros el
apoderaros de la bolsa de algún hombre rico. Así es cómo
debéis hacerlo: escoged algún lugar tranquilo donde nadie os
vea, y luego agarrad a un transeúnte y coger su dinero, pero
no lo lastiméis.
Vamos inmediatamente, dijeron los discípulos, excepto uno,
que había callado, con la mirada baja.
El maestro miró a ese joven discípulo y dijo:
-Mis otros discípulos son valientes y están deseosos de
ayudarme, pero a ti poco te preocupa el sufrimiento de tu
maestro.
-Perdonadme, maestro- contestó-, pero el plan que nos habéis
explicado me parece irrealizable; éste es el motivo de mi
silencio.
-¿Por qué es irrealizable?- preguntó el maestro.
-Porque no existe lugar alguno en el que no haya nadie que
nos vea- contestó el discípulo-; incluso cuando estoy solo mi
Yo me observa. Antes cogería una escudilla e iría a mendigar
que permitir que mi Yo me vea robar.
A estas palabras, el rostro del maestro se iluminó de gozo.
Estrechó al joven discípulo entre sus brazos y le dijo: Me
doy por dichoso si uno solo de mis discípulos ha
comprendido mis palabras .
Sus otros discípulos, viendo que su maestro había querido
ponerlos a prueba, bajaron la cabeza avergonzados.
Y desde aquel día, siempre que un pensamiento indigno les
venía a la mente, recordaban las palabras de su compañero:
Mi yo me ve.
Y así se convirtieron en grandes hombres, y todos ellos
vivieron felices por siempre jamás.

domingo, 26 de febrero de 2017

Ni tú ni yo somos los mismos


El hombre más despierto de su época.
Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la
benevolencia y la compasión. Entre sus primos, se
encontraba el hombre más perverso, siempre celoso
 y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto
a matarlo. Cierto día que estaba paseando tranquilamente,
el primo, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina,
 con la intención de acabar con su vida.
Sin embargo, la roca sólo cayó al lado de el
 no pudo conseguir su objetivo. al darse cuenta
de los sucedido  permaneció impasible, sin perder la
sonrisa de los labios. Días después, se cruzó con su
primo y lo saludó afectuosamente. Muy sorprendido,
le preguntó: -¿No estás enfadado?
-No, claro que no. sin salir de su asombro, inquirió:
-¿Por qué? Y el le  dijo:
-Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el
que estaba allí cuando fue arrojada.
El dice:
Para el que sabe ver, todo es transitorio; para el que sabe
amar, todo es perdonable

sábado, 25 de febrero de 2017

Ingeniería Hidraúlica Romana

El aire y el agua son sin duda, los elementos naturales más indispensables para el hombre.
El aire lo es de manera inmediata e inaplazable.
El agua, también de forma imprescindible, pero aplazable dentro de ciertos límites.
El aire se obtiene sin esfuerzo, en todas partes y sin restricción.
El agua tan solo existe en ciertos sitios y en cantidad variable de unos momentos a otros. Por ello se comprende que todas las civilizaciones antiguas hayan dependido de los lugares donde había agua.
El ingenio humano ha permitido que los hombres puedan vivir alejados de las zonas por donde fluye el agua de forma natural.
Esta independencia de las poblaciones respecto a la fuente, conseguida por el avance técnico del transporte del agua, ha permitido la expansión geográfica y el desarrollo de la civilización.
El interés del pueblo romano por el agua y su preocupación por que sea abundante y de calidad es un hecho notorio que podemos apreciar por las lecturas de numerosos autores y observando el legado que nos han dejado y que todavía quedan muestras a lo largo de todo su extinguido imperio.
los conceptos a tener en cuenta para la realización dela obra son que debe ser útil, duradera y bella.

lo que se entiende por acueducto no es sólo el “puente acueducto” como la mayor parte de los humanos entienden, sino todo el tramo de conducción desde la captación del agua hasta la llegada a la ciudad.
El propósito de éste trabajo en cuanto a los tiempos de los romanos es el análisis de los acueductos de suministro de agua potable para consumo de la población, no analizando las conducciones para otros fines como los de riego o mineros porque la ejecución difiere en cuanto a los acabados, planteamientos, etc... .Por ejemplo no se cubría la canalización, no se daba un tratamiento de paredes y fondo para refino, etc...
 Decir que los constructores de los acueductos en tiempos de los romanos, no siempre hacían las construcciones perfectas, también tenían sus defectos tanto de diseño, técnicos como de cálculo de costes, los cuales muchas veces se encarecían a medida que la obra se retrasaba.
El concepto de agua que tenemos, solo contempla en la mayoría de nosotros el agua potable que bebemos y el agua sucia o usada (residual). Sin embargo podemos ampliar éste concepto de manera mucho más descriptiva; tenemos agua de lluvia, de manantial, de pozo, de río, de pantanos, duras, blandas, termales, medicinales, de regadío, industrial y otros muchos tipos de clasificación, dándole a cada tipo un uso totalmente distinto.
Pero nosotros solo nos referiremos al agua potable para consumo humano.
La base de éste trabajo es el líquido elemento H2O esencial para todo tipo de vida en éste planeta desde el origen de todos los tiempos.
Existen textos desde antes del segundo milenio antes de Cristo sobre la realeza hitita que dan valor al agua de calidad: “El agua que bebe en palacio ha de ser pura y no debe mancharse, por ejemplo, con cabellos ajenos”
Como aportación directa comentaré y aportaré documentación gráfica de un acueducto que es el más significativo de la Comunidad Valenciana;
el acueducto de Peña Cortada.
Pocas personas son conscientes de los procesos y del camino que recorre el agua hasta que con un pequeño gesto el agua brote del grifo.